Me planteaste una idea y yo acepte.
6hrs de misterio, pero los nervios se reservaron para brotar en mi al cruzar la puerta.
Unos cuantos pasos bastaron para ver tu sencillez frente a mis ojos, tu sonrisa que deslumbraba una felicidad interna, parecería que ya me conocías cuando caminaste hacia mi al ubicarme entre tus cejas.
Transportarnos rápidamente en serpientes color naranja cargadas de gente, ruido, voces y calor, tu me ayudabas con mi equipaje y ayudabas a mis nervios que ahora permanecían en mi como la sed en la sequía.
Llegar a la linea donde el punto destinado era tu hogar, me transporte a lugares y años diferentes en un solo momento.
Tu lugar secreto, tu guarida de ninja.
Pensamos seria bueno salir al aire libre y regresar con el humo en nuestros pulmones para después, dejarnos cubrir por la oscuridad y las canciones que nos acariciaban cada vez mas. Demasiada química en el laboratorio pensé.
Entre las cortinas, la luz de la luna, la pared, el sofá, el suelo, el lugar, nuestros sueños y no despertar.
La sencillez la aprendí el día que te conocí, los días que viví con la locura de no querer verte partir, pero el día llego y te fuiste, fue fácil que llegaras pero difícil tu partida con la instancia del buen ser humano que tienes en ti.
Tu me ayudaste a llegar ahí.
Esta de mas decir que sufrí por no verte, mi familia pregunto por ti, pero yo sabia que era tu bien el que se hacia venir. No te extrañe pues ya permanecías en mi, dejando tu energía en mi vida.
El bosque
El paseo por el bosque, montar a caballo, dar un recorrido a tu lado, mi sueño hecho realidad y darme cuenta justo en ese momento, que al fin lo había alcanzado.
Las conversaciones llenas de aprendizaje, espiritualidad, optimismo, esperanza, sueños, ideales, metas, logros, valentía, coraje y voluntad.
Se siente bien haber sido una pieza que alcanzaste con tu efecto domino.
